Nota del Diario de Sevilla escrita por Pablo J. Vayón sobre el primer disco de Près de votre oreille (Robin Pharo) con Harmonia Mundi
Acaso Robin Pharo sea más conocido por su trayectoria con el cuarteto Nevermind, pero este violagambista de Lille había publicado ya en 2016 un disco en solitario. Fue en el sello Paraty y el álbum, dedicado al compositor Charles Dollé, se tituló L’Anonyme Parisien. A ese debut siguieron otros cuatro discos editados entre 2019 y 2023, ya con su conjunto, que responde al eufónico y poético nombre de Près de votre oreille. Para su sexto álbum el grupo ha dado el salto a Harmonia Mundi, donde acaba de aparecer Lighten mine eies, un acercamiento a una figura crucial y trágica de la música inglesa del siglo XVII, William Lawes.
Nacido en Salisbury en 1602, William fue hermano menor de Henry Lawes –figura célebre por su producción vocal– y de John, también músico. Formado en la órbita de John Coprario y pronto integrado en los circuitos de la corte, Lawes desarrolló una carrera que abarcó tanto las mascaradas y la música teatral como diversas formas de música sacra y de cámara; era, según sus contemporáneos, un virtuoso del laúd y de la lyra-viol y un compositor de gran pericia tanto para la voz como para los instrumentos. Su producción instrumental –en vida difundida sobre todo en manuscritos– incluye fantasías y suites para violas y violines, preludios y danzas para producciones teatrales y, singularmente, unos bizarros harp consorts, piezas de textura y planta instrumental absolutamente infrecuente (arpa, violín, viola da gamba y tiorba) que en este disco reaparecen con toda su frescura tímbrica.
La música inglesa de la primera mitad del siglo XVII se asienta sobre varios ejes: la tradición polifónica heredada de la Inglaterra isabelina y jacobina; la influencia italiana, sobre todo en la adopción de una retórica más declamatoria y expresiva; y la moda de las suites y danzas a la francesa. En ese cruce, Lawes ocupó una posición atípica: por un lado asimiló la llamada seconda prattica, dejándose llevar por resoluciones audaces y por un lenguaje armónico que admite disonancias deliberadas; por otro, cultivó el gusto por la danza en forma refinada, transformando pavans, almans y sarabandes en piezas de concierto que funden virtuosismo, carácter dramático y eficiencia escénica. Sus fantasías y sus suites para violas y sus obras para dos violines con continuo muestran una mano que no rehúye la experimentación: cambiaba texturas, abundaba en repeticiones y manejaba la independencia del órgano o del bajo con una incisiva libertad policoral.
Una singularidad del disco de Pharo es su atención a la vertiente vocal de Lawes, menos grabada y, en cierto modo, menos conocida que la instrumental. Las piezas procedentes de los Choice Psalmes, publicados por su hermano Henry en 1648, ponen de relieve la capacidad del compositor para escribir con economía de medios, capacidad dialógica y una profunda expresividad en tríos vocalesacompañados por continuo. Allí aparecen textos de exilio, súplica y penitencia que cobran resonancias nuevas si se escuchan como música destinada a una corte en crisis: los salmos apuntan tanto a la devoción como a un pulso dramático que parece leer la fractura política de su tiempo. Junto a ellos, se escucha en el disco una elegante elegía sobre la muerte del organista John Tomkins y canciones de salón convertidas por Lawes en pequeñas páginas de un teatro doméstico, en el que la declamación y la danza se dan la mano.
Las piezas para harp consort que integran el programa son otro de los atractivos del álbum. Estas suites muestran el empeño de Lawes por explotar colores sonoros inéditos en Inglaterra, por combinar la nitidez resonante del arpa con la calidez de la viola y las posibilidades de acompañamiento de la tiorba. En muchos casos se trata de adaptaciones de danzas en que la instrumentación misma funde la función de baile con la de concierto, y en los que la escritura –con sus modulaciones a veces bruscas, sus entramados contrapuntísticos y sus giros melódicos– reclama la atención del oyente por su audaz modernidad.
La biografía de Lawes termina de forma trágica: al estallar la guerra civil, el músico se alistó con los realistas y murió en los combates alrededor del asedio de Chester el 24 de septiembre de 1645. La pérdida fue sentida en su tiempo como la de un músico de primera línea de la corte carolina; su hermano Henry se ocupó de reunir y publicar una parte de su legado –los Choice Psalmes y otras piezas conmemorativas–, y poetas contemporáneos escribieron elegías que subrayaron la magnitud de la ausencia. El mismo Carlos I, derrotado y ejecutado poco después, lloró la pérdida de su músico más admirado y querido, con el que incluso compartió juegos y prácticas musicales de niño. La muerte de Lawes, defendiendo al rey, marcó además simbólicamente el destino de una tradición que la convulsión política iba a desarticular: el mecenazgo cortesano, las mascaradas y la vida musical del palacio quedaron, en buena medida, cancelados por la guerra y sus consecuencias.
Este CD de Près de votre oreille presenta a Lawes en una escena compleja –la corte, el teatro, la iglesia– y no sólo como el nombre asociado al típico consort de violas (con o sin violines) por el que era hasta ahora fundamentalmente conocido. Pharo y su conjunto optan por un programa que contrapone lo íntimo y lo colectivo, la canción y la pieza de cámara, el salmo monocorde y el conjunto de colores del harp consort, y con ello ofrecen una narración sonora coherente: la de un músico de una corte que cayó con él y para la que imaginó formas y sonoridades ancladas en la tradición, pero orientadas al futuro. Acaso Purcell pensaba en ellas cuando escribió, sin destino conocido, sus inmortales fantasías de 1680.
Para quienes quieran descubrirlo en vivo, Près de votre oreillepresentará Lighten mine eies en el Espacio Turina de Sevilla el próximo mes de noviembre.