De tanto en tanto es oportuno programar géneros y estéticas menos habituales no solo para desempalagar oídos acostumbrados a las formas y modulaciones del XIX sino para adentrarse es otros paisajes sonoros. Lo agradecen los melómanos y de paso se realiza una suerte de pedagodía musical que también es función de las sociedades musicales.

El Ensemble Diderot está formado por cuatro excelentes instrumentistas al borde de la perfección y cómplices superlativos en las obras de presentan. En su debut para la SFV surcaron entre dos corrientes: siglos XVII y XVIII recuperando partituras galas, que en su momento servían de divertimento para la corte o la aristocracia de turno. Palacios y salones acogían a elegidos compositores a quienes los mecenas encargaban obras que muchas veces nacían y morían en cada estreno. Durante la segunda mitad del pasado siglo, volvió el interés por esas músicas pretéritas casi en paralelo con la aparición de las nuevas tendencias del siglo XX.

De ahí que surgieran formaciones especializadas, encargadas de rescatar en archivos, sacristías y bibliotecas, autenticas joyas «secretas» que sorprendían con la frescura de su escritura tanto por la melodía como por una armonía arriesgada. Los Diderot son un conjunto que proceden de Italia (Pramsohler), Elx (Bernabé), Francia (Grisvard) y Corea del Sur (Choï) en los que se percibe un rigor absoluto en el enfoque y meticulosidad de cada obra. No se les escapa detalle alguno: afinación impecable, complicidad absoluta, brillo en el estilo y ornamentación sin amaneramientos. Se les escuchó con un silencio absoluto.

Fue una delicia apreciar la interpretacion de la inspirada celista oriental Gulrim Choï en el concierto de Boismortier, lleno de luces, colores e imaginación. Su arco facil y decidido aportó los mejores momentos de la noche sin desmerecer los dúos de la cuerda ni los solos del clave. Encantado el publico, recibió un precioso bis de Corelli.

LEVANTE > José Doménech Part >

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