La joven directora nacida en Nueva Zelanda Gemma New y la violonchelista británica Laura van der Heijden plantearon al Hallé un gran desafío en este concierto.
Toda la música fue escrita en los últimos 75 años, con formaciones clásicas, y de ninguna manera definible como un repertorio estándar. Y, escrito para grandes orquestas en partituras complejas en cada caso, planteó exigencias considerables. Gracias a la pasión y habilidad que desbordó sobre el escenario, obtuvieron una generosa recepción por sus esfuerzos.