Auna semana de su actuación en el Auditorio Nacional de Música escribo esta reseña, complacido por tener entre mis manos y acariciando uno de mis más preciados sentidos un trabajo de impecable calidad que si hubiese que comparar con algún metal, no cabe duda, sería el dorado, limpio y brillante. Melómano de Oro para el Ensemble Diderot, liderado por el violinista Johannes Pramsohler (1980), natural del sur de Tirol (provincia autónoma con tres idiomas oficiales: alemán, italiano y ladino), junto a Roldán Bernabé (violín), nacido en Elche (1985), Gulrim Choï (violonchelista surcoreana nacida en 1989) y el clavecinista Philippe Grisvard (Nancy, 1980). PhD en «interpretación históricamente informada» (Historically Informed Performance) por la londinense Royal Academy of Music, y residente en París, como el resto del grupo, Pramsohler firma también las notas al programa, disponibles en alemán, inglés, francés y japonés, no en español, aunque se prodigan en el más relevante «mercado» hispano-americano, como el mencionado Auditorio Nacional o el Festival Internacional Cervantino de Guanajuato. La maravilla es, en resumen, que el disco suena formidable, con una calidad de grabación impecable, y con una presencia cercana, clara, concisa y sincera de los instrumentos que, admirablemente tratados por los intérpretes, transmiten las ideas, el mensaje, que recuperamos gracias a esta labor de investigación del repertorio que, en este caso, sí nos trae joyas, tesoros redimidos, para agrandar más si cabe nuestra capacidad de disfrute ante la gran música. Aquí, las Trio sonatas del célebre Goldberg (cu- yas virtudes nos recuerda Pramsohler en palabras de Forkel y Reichardt), a quien el gran Bach, su maestro, dedicase las variaciones, y del segundo de sus veinte hijos, Wilhelm Friedmann Bach. Docena y media de movimientos repartidos entre cinco sonatas, ricas en belleza del más refinado y elaborado lenguaje contrapuntístico que el Diderot conduce de forma magistral con amplio despliegue de medios que evidencian el valor de su peso en oro. Diderot y Gold Berg: una montaña de oro

 

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